Alorah Meraki

…tan cálido como la luz del so(u)l…

 
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A mediados del 2019, las inquietudes creativas de Ixchel Trejo (ex-vocalista del conjunto prog-metal, Zenith) y Déw Remy (quien fungiera como bajista en Thrëė) los llevaron a la composición de algunas piezas, con las que buscaban explorar el complejo lenguaje del jazz para unirlo a la contagiosa naturaleza del neo-soul. Con su guitarra, Déw creaba recipientes musicales para contener las palabras que Ixchel hilaba con humeantes y seductoras melodías, pero impulsados por una visión ambiciosa, el dúo se hizo acompañar por integrantes que los ayudarían a dotar sus entrañables maquetas de un cuerpo más robusto.

Para crear texturas y manejar los teclados, se une Raúl Rivera-Melo, mientras que a la parte rítmica se integran Esteban Marrón (El Castillo de Barbazul) y Alejandro López Navarro (Keplerwood) en el bajo y batería respectivamente. Así, Alorah Meraki toma forma y llega para apaciguar el gélido clima invernal con sus policromáticos acordes, cálidos ritmos y una entrega lírica que reconforta a quien la escucha.

En lugar de hacer un EP o LP apresurado, la banda está optando por entregar material de manera esporádica para asegurar su calidad; por el momento, sólo han compartido una pieza -”Orquídea”- la cual ya está generando un buzz considerable a pesar del poco tiempo que lleva desde su lanzamiento. La gran acogida que la agrupación está recibiendo no resulta difícil de asimilar, pues Alorah mezcla elementos de los sonidos que han tenido gran aceptación en estos últimos años, los cuales se desprenden de bandas como Mac DeMarco o Homeshake y del templado neo-soul de Thundercat, pero su éxito no se puede ligar meramente a la afabilidad de su sonido; si el producto final careciera de calidad, el resultado no habría sido tan halagador. Afortunadamente, “Orquídea” funciona como una excelente carta de presentación para irnos adentrando lentamente en el mundo de Meraki.

Aparte de esas referencias que se pueden identificar en un nivel subjetivo, la banda cita a artistas como Erykah Badu, Tyler, the Creator, Weather Report y Daft Punk (entre otros) como influencias, lo cual indica que su fuente de inspiración viene de distintas instancias temporales y estilísticas, pero con una indiscutible inclinación hacia géneros que favorecen el uso de grooves.

En este track, la guitarra vibra con ligeros desentonos microtonales tal y como lo hemos escuchado a nivel local en bandas como DVTrip y Ramona, pero lo hace con una delicadeza que ninguno de los proyectos anteriores ha logrado transmitir hasta la fecha; esto no los pone precisamente por encima de esas agrupaciones, pero ciertamente los coloca en un peldaño aparte y es es de agradecerse, especialmente en estos tiempos en que proyectos similares se han reproducido en masa. Anímicamente, hay cierto parecido con Atomic Lips y Entre Desiertos, pero, de nuevo, Alorah logra darle un matiz distinto a un sonido que ya había sido explotado con anterioridad.

Como es de esperarse en cualquier composición que tenga una inclinación a un sonido soul -por mínimo que sea- el bajo tiene una presencia inmensa; su elegante deslizar culmina en elegantes líneas que dan bastante volumen y hacen que “Orquídea” se mueva con un aire sofisticado y dinámico a lo largo de las diferentes partes que la componen.

El aporte lírico es otro punto focal indiscutible, pero su presencia puede llegar a sentirse muy limitada por la estructura de la canción, pues, aunque esta es cambiante, se basa más en reacomodar sus secciones que en impulsarlas, por lo que la voz se mantiene con una ejecución uniforme durante los versos y los coros. Sin embargo, su tesitura, técnica e impacto son difíciles de ignorar pues se trata de un elemento vital de este tema y del proyecto en sí; de eliminarse la voz por completo, “Orquídea” sufriría bastante. Ixchel logra evocar y transmitir emoción sin la necesidad de exagerar o forzar su entrega.

La expectativa por un LP es grande, y es seguro apostar que será un éxito, pues es poco probable que el sonido y la calidad cambien drásticamente de canción en canción. Esto no supone que la banda se vaya a quedar estancada en la exploración de un solo lado del espectro idiomático musical, pero es obvio que, a pesar de su poco tiempo de vida, Alorah Meraki ya está forjando un aura de familiaridad con un estilo que indudablemente se irá cimentando conforme pase el tiempo.

 
Jorge CastroComment