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Niño
Árbol

Hyperactive-1 EP


SCORE: 6.8 bunkers de 10

 
 
 

Con un EP que no estaría fuera de lugar en el roster de The Bunker New York, Niño Árbol extiende sus raíces e intenta expandir su alcance estilístico.

Estoy seguro que en cada país sucede lo mismo: a un artista se le considera un visionario por el simple hecho de imitar, o por recurrir a un estilo que no tiene mucho auge en su nación. Esta siempre me ha parecido una postura un poco exagerada, pero muchas veces tiende a ser una labor de voz en voz por parte del público o los medios que del artista en sí. En el caso de Kevin Martínez, el verdadero nombre tras el mote artístico de Niño Árbol, su proyecto ha sido descrito como el más innovador y original dentro de la escena electrónica en todo México. Aunque esta descripción sin duda invita al debate, lo que es cierto es que la obra de Kevin no es algo que se encuentre tan seguido en los antros o bares del país.

Puede ser que la música de Niño Árbol sea un tanto más compleja que la de un DJ promedio, pero en esencia, tiene el mismo efecto. Son piezas que, aunque ricas en texturas y detalles, se pueden dejar de fondo al realizar otras actividades, ya que no piden mucho más allá de sólo concentrarte en los beats.

Las cuatro piezas de su más reciente EP, manifiestan su hiperkinesis con la misma cadencia, usando la misma fórmula: una serie de pulsaciones que avanzan y se detienen, pero que cada vez van tomando fuerza. Ya sea a través del uso de filtros o al duplicar su presencia gracias a alguna discreta -pero gruesa- línea de bajo, esos ritmos se mantienen dinámicos y, a pesar de su insistencia, no resultan tediosos. A esto le podemos añadir que Niño Árbol pareciera querer contrarrestar la hiperactividad de sus tracks, interpolando breves escalas y texturas que suenan con toda tranquilidad en el fondo, en oposición a la energía generada por los incansables ritmos. Estas se acoplan en el momento exacto, justo cuando las piezas pueden comenzar a sonar redundantes. 

Casi como una parodia dentro del contexto conceptual de Hyperactive-1, la pieza homónima  es la que suena más... hiperactiva ya que posee el beat más estridente dentro de toda la obra. No es un ritmo agresivo, pero es el que suena con más urgencia; como si las canciones anteriores sólo se hubiesen tratado de un ejercicio de calentamiento. Cuando este corte llega a su final, una solitaria nota suspendida pareciera querer prolongar su existencia lo más que sea posible, pero termina rindiéndose. Pudo tratarse de una instancia con una naturaleza casi trágica, pero al comenzar "Bracing", regresamos a la misma dinámica punzante de los temas anteriores, erradicando cualquier posibilidad de darle matiz a la placa.

Esta obra es su segundo lanzamiento de este año, y aunque sigue siendo un trabajo sólido, no cuenta con la misma versatilidad que su LP anterior desplayaba. Todo se siente muy invariable, e irónicamente, a pesar de su efecto de clímax constante, Hyperactive carece de momentos emocionantes. Esto resulta bastante decepcionante, especialmente cuando uno escucha temas como la genial "Untitled IV", track de María, San José, en donde Niño Árbol demuestra por qué se le considera un artista que opta por tomar riesgos. En ese álbum, el músico tomaba rumbos diferentes, durante el disco entero y durante las piezas en sí, logrando crear una experiencia polifacética y verdaderamente psicodélica. 

Tal vez este EP no sea el indicador de madurez que cree ser, pero tampoco denota un descenso en calidad. El catálogo de Niño Árbol se ha logrado mantener estable, presentando un crecimiento meramente lateral, pero no por eso menos substancial. Sus piezas no resultan intercambiables entre cada álbum, pero si se hiciese un maratón de su obra, tomaría tiempo identificar cuando ya se ha terminado uno e iniciado otro, aunque, eso puede carecer de importancia cuando el objetivo principal -hacerte bailar- se cumple.

Decir que Hyperactive-1 no sonaría fuera de lugar en el roster de The Bunker New York tal vez se sienta como un ataque a la individualidad que profesa, sin embargo, el hecho de que se le pueda considerar digno de estar dentro del mismo repertorio que LDY OSC o Wata Igarashi, es testimonio de su talento.