Parque de Cometas
Intenciones • Demos y Maquetas 2017-2019
SCORE: 5.7 Tenenbaums de 10
A pesar de tratarse de maquetas, lo que Parque de Cometas comparte en este lanzamiento suena más cautivador que lo que han presentado de manera formal. La agrupación tiene un talento natural que trasciende lo que una costosa producción pudiera ofrecerles.
Parque de Cometas ha sido acogido por la prensa y el público en general pues sus canciones son amigables, inofensivas, fáciles de digerir y están cargadas de una adorable estética tan quirky, que parecieran ser las creaciones de una banda conformada por personajes de una película de Wes Anderson o Greta Gerwig. Sin embargo, si el escucha se aventura a leer entre líneas, se topará con el hecho de que ese encanto se desgasta bastante rápido, pues el aplanamiento con el que la banda se expresa, junto con su abusivo uso del ritmo motorik, hacen que las piezas se vuelvan dolorosamente monótonas. Hmmm… ¿qué tenemos aquí? ¿Una banda más que se cuelga -superficialmente- del krautrock sólo tomando el elemento de la repetición e ignorando con vehemencia todo lo demás que hace al género? ¡Justo lo que necesitamos! (Léase con el entusiasmo de Margot Tenenbaum).
Esto sólo logra resaltar que, dentro de toda su grandeza y relevancia en la historia de la música, este género se ha convertido, mas que en una influencia, en una excusa para justificar la monotonía. La peor ofensa, es que, de tantos referentes posibles, pareciera que el objetivo principal consiste en ver quién logra parecerse más a NEU! Tal vez sea porque el sonido del innovador dúo es el más fácil de imitar, o porque su tipografía es la que mejor se ve impresa en una camiseta. Aparte, es divertido decir “NOI!”.
Es por eso que escuchar Intenciones fue una grata sorpresa, pues, a pesar de tratarse de maquetas, lo que Parque de Cometas comparte en este lanzamiento suena más cautivador que lo que han presentado de manera formal. Este álbum ofrece una variedad que no se encuentra en los sencillos que han presentado y no se vale sólo de su desmedida veneración a “Hallogallo”; la única instancia donde esto se hace presente es en “Réplica”, pero al menos el título indica que la banda está consciente de ello.
Aunque Intenciones sea un indicador de que no les falta mucho para encontrar su camino, esto no quiere decir que Parque de Cometas en su modo más crudo tenga un sonido único; de hecho, recurren al mismo sonido que ha estado plagando la escena nacional, con una dulzura empalagosa, utilizando la misma estructura: una superficie popera para ser aceptados, con una base de influencias poco usuales para denotar integridad artística. Si se organizara un festival con bandas como Policías y Ladrones, Señor Kino, Vaya Futuro, Yo Maté a tu Perro y los mismos Parque de Cometas, podría ser difícil para los asistentes distinguir a una banda de la otra.
Si realmente nos enfocamos en encontrar algo que PdC pudiera ofrecer fuera de todo lo que comparte con sus contemporáneos, es que, debajo de todo lo trendy de su sonido, se esconden los cimientos de una agrupación que podría explorar los matices emanados de un post-rock en sus primeras etapas; “Disléxicos” y “Contratiempo Cotidiano” son bellos ejemplo de esto y al mismo tiempo, son puntos altos dentro del álbum.
Fuera de que -obviamente- pudieran beneficiarse al tener una producción más pulida, estos temas se sienten completos y realmente no necesitan más retoques. Si se compara este material con lo que la banda ya tiene grabado en estudio, se puede notar que los elementos clave están presentes y su encanto -aunque efímero- se mantiene intacto (salvo en un punto donde las voces no armonizan muy bien durante "Diagnóstico" y unos breves deslices en “Hace Sueño”). La agrupación tiene un talento natural que trasciende todo lo que una costosa producción pudiera ofrecerles.
La capacidad que tienen para componer y para crear hooks es indiscutible, incluso si estos pueden resultar demasiado acaramelados. El instrumento más expresivo es el bajo, lo cual no sorprende, pues desde su tiempo en Mint Field, Andrés (bajo, guitarra y voz) era quien dotaba de vida las lánguidas piezas de sus compañeras complementando su simpleza con sus dinámicas líneas.
Si bien lanzar este tipo de obra antes de siquiera tener un álbum propiamente grabado en su catálogo podría ser un poco indulgente (como si la banda ya gozara de un estatus en el que obsesivos coleccionistas ansiaran consumir todo lo que lleve el nombre de Parque de Cometas) el acto es bienvenido porque muestra un lado diferente de la banda. Se trata de una experiencia más enriquecedora y emocionante que su trabajo de estudio porque se siente más relajado y no tan limitado por esa presión auto-impuesta por sonar de cierta manera.
En el estado actual de la música a nivel nacional, Parque de Cometas muestra un futuro prometedor, e incluso podrían convertirse en un referente obligado para las futuras generaciones; después de todo, desde una perspectiva totalmente estética, el grupo tiene todo para triunfar. Cuando ese día llegue, este casete pudiera convertirse en un codiciado artículo de colección, valuado en una alta cantidad; pero hasta entonces, la opción de pagar lo que quieras parece justa.