altos-instintos
 

Sir. Fox Bizarrium

Altos Instintos


SCORE: 7.4 de 10

 
 

Estilísticamente, Altos Instintos está bastante disperso, pero se mantiene dentro de los confines de la música electrónica. A pesar de que el álbum se siente saturado e inseguro de lo que quiere ser, y que las texturas sonoras no son tan emocionantes, Sir Fox Bizarrium lo compensa con una composición envolvente y dinámica.

Si hay un género que siempre está en un constante proceso de deconstrucción, es el de la música electrónica, pues su lazo con la experimentación es casi simbiótico. Incluso los proyectos que se dedican a las prácticas más complacientes y blandas de este género tienen que ejercer cierto nivel de exploración sonora a través de herramientas o métodos vanguardistas. Lamentablemente, a pesar de las vastas posibilidades que la electrónica presenta en cuanto a nuevos sonidos y texturas, los periodos de estancamiento en lo que se gesta algo nuevo son inevitables; sí, incluso la avanzada (como dirían en Perú) no se salva de la redundancia.

Sir Fox Bizarrium es un productor tijuanense que, a falta de un mejor término, es un ejemplo del estancamiento arriba mencionado, pero esto no quiere decir que su trabajo deba pasarse por alto. Al contrario: lo que el productor nos presenta en Altos Instintos -su LP debut- es digno de tomarse en cuenta como un excelente punto de partida y el primer paso a un sonido más conciso. Las piezas son complejas y se desenvuelven de manera orgánica a pesar de su naturaleza abstracta.

Estilísticamente, el álbum se siente bastante disperso, pero siempre manteniéndose dentro de los confines de la música electrónica y sus diversas ramas. Siendo justos, SFB se presenta como un productor bastante versátil y con un profundo conocimiento de los géneros que maneja a lo largo del álbum. Hay toques de deep techno, ambient/Kozmiche/new age, industrial inofensivo, entre otros, y aunque la variedad es de apreciarse, su inestabilidad estética hace que haya partes en las que el álbum se sienta saturado e inseguro de lo que quiere ser.

No obstante, SFB logra mantener un flujo bastante cohesivo a pesar de que cada canción suena como si perteneciera a un álbum completamente diferente. Esto se debe a que cada pista está tan aislada del resto, que todas se sienten como una serie de clímax individuales, por lo que se garantiza un buen momento, aunque toda la experiencia comienza a arrastrarse casi al final. Afortunadamente, cuando te encuentras ojeando el tracklist para ver cuántas canciones quedan, es un alivio darse cuenta de que el álbum está por terminar, lo que significa que Altos Instintos está, en su mayor parte, desprovisto de relleno, incluso si no todo es un banger.

Si bien la producción es más que decente, el álbum sufre debido a su diseño de sonido: las texturas creadas por SFB no son tan emocionantes, ya que se sienten como configuraciones que hemos escuchado muchas veces antes. Los repiques sintéticos en "Etéreo" -aunado a - son sonidos de cajón que podemos encontrar en varios álbumes recientes de electrónica experimental; "Primitivo" suena como una pista de Der Amethyst -aunque con más dinámica-, y "Alto Octanaje" es una pieza techno intensa y sónicamente rica que, a pesar de todo su poder, termina siendo sólo una pieza techno (aunque, siendo honestos, se trata de un punto destacado dentro del álbum).

Sin embargo, el agudo sentido de estructura y composición de Bizarrium mantiene las pistas activas y realmente entretenidas. Cada pista tiene un flujo cambiante y altamente dinámico, y seguramente mantendrá al oyente adivinando lo que viene a la vuelta de la esquina. Se debe recalcar que este es el primer LP completo de SFB, y muestra un crecimiento considerable desde Soul Signature (2017). Sus habilidades de composición se han perfeccionado significativamente desde entonces, creando una experiencia abstracta -aunque accesible-, incluso si perdió un poco de la reserva practicada en sus trabajos anteriores. Ahora sólo necesita desarrollar un sonido realmente propio, y es posible que tengamos un futuro referente clave en el desarrollo de la música electrónica a nivel nacional.