Maura Rosa

Duerme, y te cuento

Independiente, 2022


 
 

Siempre introspectiva, Maura Rosa nos vuelve invitar a su mundo, esta vez con un álbum que es tan íntimo como es espacioso.

Maura Rosa es una artista tijuanense que emana sinceridad. No puedo decir que sea alguien que hace su música sin esperar nada a cambio, pero dentro del ámbito local, ha evitado caer en el juego de los disfraces y la monotonía estética, optando por operar desde su trinchera, alegremente dejando entrar a quien se tome el tiempo de pasar a visitar. No se trata de una persona que activamente busque ser contraria a las tendencias, sino que simplemente ya es así por naturaleza. Lo más irónico, es que no lo hace con música de corte extremo ni aislacionista. Maura se mantiene al margen con piezas dulces, apacibles e íntimas, pero envueltas en cierto misterio.

Maura ha ido mostrando diferentes facetas a lo largo de su carrera, pasando de piezas acústicas, a fusiones de elementos electrónicos, eléctricos y orgánicos, hasta llegar a un punto donde enfocó toda su energía a pulir sus habilidades de producción — época de reinvención que vio su punto más genial en tracks como “Inequidad”, “Sospeche” y “Óbice”. Ahora Maura presenta un álbum que mezcla los mejores momentos de todas sus facetas, así como su evolución artística en la que no se sacrifica ninguno de los elementos más inherentes de su música, pero que logra transmitir un aire de sosiego que no había estado presente en obras anteriores.

Duerme, y te cuento no tiene ese toque de oscuridad aterciopelada de aquellos tracks que le abrieron camino a esta placa, pero no por eso es menos enigmática. La voz no está distorsionada ni tan procesada (fuera del primer minuto de “En el Inter”) y la producción es un poco más abierta y alumbrada, evitando el exceso de trucos y detalles que, en este contexto, pudieron resultar abrumantes y distractores. Esto le da un aire liberador -entre la resignación y la aceptación- que es bastante contagioso.