BIOLUMINIK: Germinando frecuencias de aliento
Imágenes: cortesía de OTOÑO
El dúo mexicano, BIOLUMINIK, debuta con un breve EP que extiende su arco conceptual de crecimiento y esperanza llevándolo más allá de la música que este contiene.
Eliz Gómez e Ivonne Valdez ya tienen tiempo esculpiendo piezas etéreas que se nutren tanto del sonido como de la imagen, recurriendo a la composición a base de la estructura y el azar para darle forma a su obra bajo el nombre de BIOLUMINIK. Desde el 2016 se han mantenido activas en el ámbito de la electrónica experimental, tomando del ambient, glitch, grabaciones de campo y sampleos, pero no es hasta ahora que deciden plasmarlo de manera formal a través de un brevísimo EP con el sello mexicano OTOÑO. Mezclado por Nueve Vidas y masterizado por el longevo y prolífico Murcof, esta placa homónima funciona como el preludio de una trilogía en donde el duo nos sumergirá entre sus texturas orgánicas y sintéticas.
A pesar de moverse por senderos un tanto oscuros, las dos piezas que contiene este EP no son del todo ominosas; “Silex I” y “Silex II” tienen vestigios luminosos y un aire de esperanza. Los estados anímicos de cada track se complementan el uno al otro, como si el primer track representase las profundidades de donde la segunda pieza emerge victoriosa. Esta observación no resulta del todo sesgada, pues la idea que pone en movimiento a este fugaz metraje, es precisamente la de resistir y florecer. Sin importar las circunstancias, este mensaje siempre es atinado, pero en estos tiempos llenos de incertidumbre y ansiedad colectiva, este discurso resuena con más ímpetu.
Para reforzar más su narrativa optimista, BIOLUMINIK lleva su concepto a la praxis, por medio de un lanzamiento en físico bastante peculiar: en lugar de proporcionarle al escucha un CD o acetato, OTOÑO y la dupla electrónica presentan un producto bastante ameno, con consciencia ecológica y, francamente, bastante útil en esta temporada de enclaustro, pues consiste de una tarjeta de descarga en papel algodón incrustada con semillas, teniendo como propósito que estas sean cultivadas para que de sus tallos broten deliciosos frutos.
Debido a la pandemia, el dúo tuvo qué pausar las presentaciones en vivo que servirían para promocionar este nuevo material, pero, poniendo en práctica su propio mensaje, eso no las detiene, y ante la adversidad se muestran renuentes.
BIOLUMINIK se suma a la inmensa cantidad de artistas que están reinventando el formato físico para el consumo de quienes aún necesitan satisfacer esa necesidad de complementar la experiencia musical con algo tangible. Tenemos el ejemplo de la artista rusa, Lovozero, quien para su álbum Moroka, se hizo de dispositivos USB para subirle sus canciones y como incentivo extra, incluía un tema compuesto exclusivamente para cada comprador. También está el jazzista Fabián Almazán, quien opta por olvidar el formato tradicional por razones ecológicas, y simplemente decide hacer de sus tarjetas de descarga un objeto de arte coleccionable.
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