Varios Artistas

Drone Islands - The Lost Maps

Para el segundo volumen de la serie Drone Islands, Raffaele Pezzella -curador y fundador de USG- reclutó talentos emergentes junto con artistas veteranos para mostrar cómo es que la música drone se ha desarrollado y evolucionado.

En su búsqueda constante por documentar la música experimental que se crea alrededor del mundo, Unexplained Sounds Group se ha esforzado por proporcionar un meticuloso proceso de curaduría que muestre cómo diferentes culturas abordan este tipo de música y que al mismo tiempo promueva y compile lo más representativo de cada región. Este esfuerzo ha resultado tan fructífero, que incluso ha culminado en la creación de diferentes sub-sellos con el mismo objetivo, pero con diferentes temáticas; con Eighth Tower Records, su objetivo es arrojar algo de luz al lado más oscuro de la experimentación sonora.

Para el segundo volumen de la serie Drone Islands, el fundador y curador de USG, Raffaele Pezzella puso la mirada en Tijuana, México, para reclutar el talento de Gaspar Peralta y colocarlo al lado de leyendas como Rapoon (de Zoviet-France), Simon Balestrazzi y los corrosivos Schloss Tegal, para entregar una paleta multicolor que muestre cómo es que el drone se ha desarrollado y evolucionado; siendo ese su objetivo principal, parece apropiado tener talentos emergentes codeándose entre veteranos. También se debe tener en cuenta que no todos los proyectos de este compilado son estricta o exclusivamente "músicos drone", lo cual evita que todo el álbum suene como si fuese interpretado por un solo artista, pues cada uno cuenta con su peculiar acercamiento a la composición.

Tomemos, por ejemplo, el tema "Jallianwala-bagh", por Bedouinedrone, el cual podría pertenecer fácilmente a un sampler de Ninja Tune debido a su aura trip-hop. Aunque puede sentirse fuera de lugar, se trata de un buen corte por derecho propio, ya que evita destacar negativamente al no representar una distracción ni romper con el flujo del álbum. La contribución de Peralta -un extracto de su ambicioso lanzamiento del 2018- es una obra colosal que funge como el preludio de algo aún más grande; pasa de claustrofóbica a espaciosa, de desconcertante a un estado de serenidad total, y sus transiciones fluyen con naturalidad. No se trata de drone en su forma pura, es una actualización.

Rapoon y Schloss Tegal contribuyeron con temas originales -al igual que la mayoría de los otros artistas- y era de esperarse que estos fueran los tracks más arraigados a una estructura reconocible. Sin embargo, esto no implica que "Sphinx Wings" y "Bones of Tartarus" -de Rapoon y Tegal respectivamente- sean aburridas o predecibles. Son un excelente punto de referencia que cuida la esencia principal del género y al mismo tiempo lo hace avanzar: logran sonar modernos, sin desviarse mucho de lo tradicional.

Mientras que la primera mitad del álbum logra ofrecer una visión fresca de este género tan estoico, la segunda mitad desploma al oyente hacia un abismo bastante familiar, con elementos de cajón propios del drone y con pasajes dark ambient. Estas piezas oscuras y apelmazadas se mueven con una cadencia tan densa, doblando el espacio a su alrededor, mientras absorben cada fotón que se cruza en su camino. Sólo basta comparar las brillantes texturas metálicas -aunque oxidadas- de Balestrazzi con el agujero negro aural que es "Light-years from home" de Taphefobia; o el tétrico y nítido collage sonoro de TraumaTerrestrial con la producción húmeda y obtusa de Tunnels of Āh para "Red Distribution", en la que los únicos sonidos agudos que se pueden apreciar, parecieran imitar los gritos de ayuda emitidos por algún ser desconocido, al estar siendo tragado por la oscuridad. El contraste entre estas dos mitades funciona porque, nuevamente, muestra el crecimiento de este peculiar estilo.

Lanzado dos años después que USG, Eighth Tower Records ha sido tan prolífico como su sello madre, con casi la misma cantidad de lanzamientos. Y, por ser un sello que se enfoca en un género nicho dentro de la música experimental -que ya es un nicho en sí- es impresionante ver cómo la calidad y la variedad se han mantenido bastante estables durante toda su existencia. Con el número de artistas emergentes a la alza, parece que al Sr. Pezzella aún le queda mucho trabajo por delante, para ayudarnos a descubrir qué sonidos inexplicables se esconden y yacen dispersos en los rincones más remotos de la Tierra.

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