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Fuimos Viajeros

Dulce Condena


SCORE: 6 Beiruts de 10

 
 
 

Dulce Condena podría ser sólo otro lanzamiento que perpetúa la imagen de Tijuana como sede para clones de Ramona; sin embargo, hay ciertos elementos en su léxico musical que revelan un potencial oculto en el trabajo de Fuimos Viajeros.

El día de hoy, pens... ¿saben? me estoy cansando de esta fórmula. Hacer una introducción antes de hablar del disco es tedioso, por lo que iré al grano. Les presentamos una nueva modalidad para hacer reseñas; sin más qué agregar, los dejamos con nuestras Reseñas Reaccionarias Vol 1:

El EP debut de Fuimos Viajeros es inofensivo y agradable; casi puedo garantizar que a tu mamá y a tu papá les gustará, y no les importará darte dinero para que puedas ir a verlos junto con tus amigos de la escena local una vez que termine la cuarentena. Las canciones están bien escritas y sus estructuras son fáciles de seguir, pero -emocionalmente- se encuentran en el mismo rango que otras bandas locales; también tienen un sonido vintage para demostrarnos que nacieron en la generación equivocada. La ejecución de la banda se siente natural, aunque algunas canciones se sienten vacías y subdesarrolladas. El léxico musical es algo interesante, y junto con una lúdica trompeta que aparece cuando es necesario, le da al álbum un muy necesario -aunque breve- soplo de distinción.

¿Se acabó la reseña? Bueno, no seríamos densidad20.25 si sólo nos limitáramos a un simple párrafo en vez de caer en nuestros característicos textos saturados, los cuales consisten en un 5% de reseña y un 95% de diatribas sobre querer que todo sea oscuro y ruidoso. Por lo tanto, querido lector, puede optar por dejar de leer, ya que lo que "necesitaba" saber sobre el álbum ya se abordó, o si lo prefiere, puede continuar hundiéndose en nuestras posturas snob y análisis innecesariamente excesivos de lo que otros hacen con todo su amor para traer algo de alegría al mundo (lo instamos a que seleccione esta última opción ya que necesitamos desesperadamente una audiencia).

A todos nos han sucedido esto mientras consumimos cualquier forma de arte: cuanto más nos acercamos a una obra, se va tornando más fácil identificar de dónde -y qué tanto- los artistas han tomado de otros para darle forma a su creación, y lo que al principio pudo verse como una pieza completamente original, poco a poco se revela como una más. Sin embargo, a veces sucede a la inversa, y cuanto más vuelves a la obra en cuestión, esta se vuelve más y más auténtica.

A través de las repetidas escuchas a Dulce Condena, este fue revelando un lado que era puramente suyo, pues juega con estilos que no han sido tocados a nivel local, o al menos no como lo hace Fuimos Viajeros. A pesar de que sus intentos de folk pueden ser demasiado simplistas y obvios, tienen un toque distintivo; eso sí, esto no es un respaldo a la originalidad de la banda -todavía están lejos de lograrlo- pero debemos admitir que hay un potencial oculto digno de explotarse. Con su sutil empleo de folk balcánico ("Dulce Condena", "Viaje 2") y sus piezas orientadas al groove ("Viaje 3"), bien podríamos tener nuestra propia Menahan Street Band o Beirut circa Gulag Orkestar, en lugar de otro clon de Ramona.

Al principio, la única parte interesante que pude identificar fue la tríada de "Viajes", aunque estas piezas dan la impresión de que fueron dejadas a la mitad y la banda trató de hacerlas pasar por breves interludios. También hay algunas ligeras disonancias en las que la banda cae de vez en cuando a lo largo de sus secuencias de acordes, las cuales le dan una sensación agridulce a los tracks, incluso si el resultado final sigue siendo tan dulce como el jarabe de arce; sólo hay que escuchar "Cielo", la cual suena como un demo de Ramona o Jardín en sus inicios, y esas bandas prácticamente son el pináculo de la dulzura. Sin embargo, hay ciertos fragmentos en los que la banda logra consumar una personalidad: lo que Fuimos Viajeros crea durante el final de la canción titular y en todo el track de cierre, realmente se siente como el origen de algo fresco.

Si bien no son exactamente una banda nueva, es obvio que Fuimos Viajeros todavía está en desarrollo, pero van en buena dirección. "Amor Perdido" es un buen sencillo que incluso se aleja de las influencias habituales al sonar un poco como "World of Pain" de Cream, y el flujo del álbum es lo suficientemente constante como para mantener al oyente interesado. La producción vintage, aunque truculenta, no se siente forzada y dota a algunas partes con un poco de personalidad. No hay que confundir el enfoque amigable de este EP con la falta de chispa. Puede ser fácil descartarlo como otro lanzamiento que perpetúa la imagen de Tijuana como sede para clones de Ramona, pero aun así, al menos Fuimos Viajeros lo está haciendo con cierto estilo.