A B Y S S A L
M I S A N T H R O P E 2 0 2 0
SCORE: 8.8
Agregando un violonchelo e incluyendo a su baterista actual, A B Y S S A L dota a esta épica aplastante del 2018 con aún más poder.
Trabajar con ritmos letárgicos es mucho más difícil de lo que parece. Incluso diría que es más difícil atrapar al oyente utilizando recursos muy limitados en lugar de mantenerlo entretenido participando en acrobacias histriónicas en cualquier que sea el instrumento que se esté tocando. A B Y S S A L, el conjunto de funeral doom con sede en Tijuana, proporciona un gran ejemplo de cómo evitar la autocomplacencia y de hecho construir algo son monolíticas y alargadas piezas, llevando al oyente con ellos en un genuino estado de trance, aunque sea uno bastante lúgubre.
En 2018, lanzaron M I S A N T H R O P E, un devastador canto fúnebre de 46 minutos que, a pesar del opresivo tono sombrío y melancólico y sus vastos espacios vacíos, nunca se volvía tedioso o aburrido; su duración se justificaba incluso en esos segundos en los que sólo podíamos escuchar el silbido de un micrófono que no estaba grabando nada. Esos momentos aumentaban la sensación de desesperación y vacío, que luego eran contrarrestados por explosivos riffs minimalistas y gruñidos cavernosos y lastimeros. Incluso si los cambios en la dinámica eran algo predecibles, lograban crear un impacto.
Tras un cambio menor en su formación hace dos años después del lanzamiento de MISANTHROPE, la banda decidió volver a grabar la pista con su nuevo baterista y también aprovechó la oportunidad para agregar cuerdas a la mezcla. Este fue un movimiento muy efectivo, ya que el violonchelo aporta más textura y diferentes elementos tímbricos, acentuando las emociones que ya eran bastante manifiestas en esta pieza. La estructura siguió siendo similar, pero la banda optó por un comienzo más limpio al evitar el feedback de guitarra de la versión original; además, la mezcla es más clara ya que se deshicieron de las frecuencias subarmónicas que ahogaban todo con un retumbante bajo cuando todos los miembros tocaban al mismo tiempo.
El sonido sigue siendo crudo, con muy poca postproducción, pero se manejó con mayor cuidado y, como resultado, MISANTHROPE2020 se siente más profundo; te envuelve en su poder en lugar de simplemente golpearte en la cara con él. Esto también permite que el violonchelo brille en cualquier posición que deba cubrir. Su primera aparición es en una sección limpia, en su mayoría siguiendo la misma progresión de acordes, pero su timbre agrega mucho peso y elegancia a la pista; cuando desaparece, su presencia deja un vacío que rápidamente se compensa gracias esos lamentos guturales por parte del cantante/guitarrista, F, respaldado por la pesadez lánguida y poderosa tan característica de ABYSSAL.
Desde los 15 minutos en adelante, estamos atrapados dentro de los confines horriblemente majestuosos de un léxico puramente doom; a los 21 minutos, el violonchelo vuelve a aparecer para crear disonancia con un ostinato muy tenue cuyo constante movimiento choca con el ritmo letárgico al que marcha el resto de la banda. Toda esta sección es completamente paradójica: es a la vez horrible y hermosa; es triste pero empoderada. Es este tipo de matiz lo que hace que ABYSSAL se destaque incluso cuando su sonido está inmerso en una estética doom. Con esta actualización, la banda dotó a una épica pieza, ya de por sí aplastante, con aún más poder.