paracasritual.jpg
 

Manongo Mujica/Terje Evensen

Paracas Ritual


SCORE: 8.2

 
 

El percusionista peruano, Manongo Mujica, y el músico noruego, Terje Evensen, unen fuerzas para llevar al oyente en un viaje a través de paisajes desérticos guiados por vívidas grabaciones de campo y exuberantes texturas electrónicas y rítmicas.

Después de las bellas confecciones de Alturas -una colaboración improvisada con varios músicos-, el percusionista y artista visual peruano, Manongo Mujica, está de regreso con otro álbum colaborativo, pero esta vez, las piezas son más tenues y la cantidad de personas involucradas se limita al propio Manongo y al músico noruego Terje Evensen. A pesar de contar con largos espacios sin pulso, el duo logra construir piezas con un sonido enorme, demostrando que el poder de dos puede ser tan grande como la presencia de una banda completa.

Basta mirar la portada del disco -cortesía de la fotógrafa Pauline Barberi- para saber qué esperar: tal como el paisaje que se está representando, las piezas sonoras de Paracas Ritual son vastas, con elementos mínimos y un aire ominoso pero hipnotizante. Sin embargo, lo más notable es que con sus pasajes rítmicos dispersos, grabaciones de campo prístinas y texturas electrónicas, estas cuatro pistas realmente logran transportar al oyente y colocarle en medio de una epifania en curso; esta es una auténtica experiencia de escucha profunda llena de tonalidades y reverberación orgánica.

Mujica tiene un toque distintivo para ejecutar la percusión ya que no solo es rítmico, sino que también tiene emite texturas y matices. Claro, utiliza distintos instrumentos con una amplia gama de cualidades tímbricas además de su carácter percusivo, pero es la forma en que los toca -con una sensibilidad ceremonial- lo que realmente despliega todas sus posibilidades armónicas y anímicas. Incluso cuando esto combina a la perfección con los vívidos paisajes sonoros que Terje crea con sus grabaciones de campo y su electrónica, hay pasajes en los que Manongo está solo, pero la maestría con la que aprovecha la gama armónica y subarmónica de sus instrumentos, evita que las piezas se sientan vacías.

"Origins", con el uso del cascabel peruano y un udu, tiene una sensación tribal y mística que sólo se acentúa con los envolventes drones de Evensen. La pieza es amorfa, sin dirección discernible hasta que se puede escuchar un pulso que se vuelve más constante a medida que avanza la canción; incluso podemos escuchar la respiración de Mujica cerca del final, representando el comienzo de la vida. “Nightmare in the Desert” abre con un tono oscuro y ligeramente disonante, pero el humor denso cambia lentamente gracias a los tonos brillantes de las campanas. Sin embargo, el desasosiego prevalece, como si el sol finalmente hubiese salido sólo para reafirmarnos que estamos nos encontramos en medio de la nada.

Entre toda la manipulación electrónica y el diseño sonoro, Terje también es baterista, y en “Saga” y la pista final, él y Mujica combinan fuerzas con asombrosos resultados. Ambos se incurren en patrones polirrítmicos que aparentemente son simples, pero su objetivo no es impresionar; esto no se trata de virtuosismo sin propósito. Tiene que ver más con un uso ritual de los instrumentos, por lo tanto, el objetivo es establecer estados alterados, aparte de funcionar como un recordatorio de que hemos llegado a un territorio más familiar después de estar perdidos durante mucho tiempo.