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Parque de Cometas

Paseo


SCORE: 7.9 peces raros de 10

 
 
 

La fórmula de Parque de Cometas por fin hace reacción y el resultado es un explosivo conjunto de canciones en las que la afabilidad quirky del indie ha sido limitada a tan sólo dos de sus siete cortes.

Mi titubeo al acercarme a la obra de PdC siempre se debió al hecho de que me daban la impresión de querer colgarse, a como diera lugar, del sonido del pop-rock sudamericano, mientras trataban de mantener una postura snob al incorporar krautrock a la mezcla (hasta pareciera que es casi un mandamiento divino el mencionar ese género para validarse como músicos; sólo pregúntenle a Vaya Futuro o a cualquier banda que le siga los pasos a Radiohead). Eso sin mencionar que las canciones que hasta ese momento habían compartido (“Gente Violenta”, “Azoteas” y “Justo a Tiempo) acaparaban toda la gama del cliché indie, por lo que temía que este proyecto no tenía nada nuevo que ofrecerle a estos oídos viejos y amargados.

Sin embargo, al escuchar aquella colección de demos y maquetas que la banda lanzó a finales del año pasado, pude darme cuenta que PdC tenía más qué ofrecer, simplemente decidía ocultarlo; y ahora, en su más reciente obra, la fórmula de Parque de Cometas por fin hace reacción y el resultado es un explosivo conjunto de canciones en las que la afabilidad quirky del indie ha sido limitada a tan sólo dos de sus siete cortes. Los tracks restantes se desenvuelven con una contagiosa energía (en su mayoría provista por la batería y el bajo) que se complementa con las oníricas texturas emanadas de los sintetizadores.

La parte rítmica crea una dupla que retumba al unísono, siendo la batería el elemento más crucial en el éxito de este refinado sonido, con su soltura y precisión, los cuales dotan a cada tema con un gran rango de dinamismo que los otros instrumentos sólo pueden lograr al pasar de piano a fortissimo; y aunque llega un punto donde la experiencia se torna un poco repetitiva, PdC logra desprenderse de la monotonía con sofisticados cambios estilísticos.

Un buen ejemplo sería “Demergencia”, en donde se puede apreciar la influencia de Gentle Giant (con un toque de Stereolab); casi podría tratarse de un cover de “An Inmate’s Lullaby” al estilo Parque de Cometas, lo cual -honestamente- es recibido con brazos abiertos, pues le añade una capa más a la personalidad de la banda. No es una acusación de plagio; es una celebración de la variedad y apertura que el conjunto está demostrando. El track titular también carga con un leve bagaje de rock progresivo presentado a través del filtro acaramelado del ahora sexteto. 

De no ser por esos geniales destiempos, “Control Caída” sería una pieza más dentro del círculo pajero del “Viva Chile-pop-hecho en México”, aunque la ejecución de la batería junto con los arpeggios de la guitarra evocan sanamente a unos Radiohead circa In Rainbows. El encanto de “Justo a Tiempo” aún me es ajeno, pero no me resulta difícil comprenderlo: las armonías líricas y su juguetona cadencia y ese poderoso crescendo final son componentes de digestión ligera que no presentan ninguna dificultad para engatusar a quienes estén dispuestos a dejarse llevar, y los parajes que la canción los hará recorrer, no son del todo malos.

“Niño Atómico” es otro tema donde la batería brilla, con ese desenfrenado ritmo que ansiosamente le da pulso a uno de los mejores momentos de Paseo. De nuevo, el eco de Radiohead (y un poco de Blonde Redhead) se hace presente, y al minuto con 50 segundos se suscita lo que, a mi parecer, es de las dinámicas mejor logradas por la banda: ese descuadre rítmico y la ligera disonancia de los acordes crean un momento bastante emocionante y adictivo. Definitivamente, este es uno de los tracks más polifacéticos que Parque ha entregado.

Que un artista muestre una nueva faceta es una grata sorpresa. Cuando funciona, la sensación es la misma a esa que invade tu sistema límbico cuando descubres algo nuevo, incluso cuando sabes que lo que se te está presentando no es precisamente novedoso. Parque de Cometas aún tiene fuertes similitudes con sus bandas hermanas (especialmente Policías y Ladrones), pero con la variedad que elegantemente se va revelando en Paseo, sin duda han subido algunos peldaños. Claro, esto no es una competencia, pero estaríamos mintiendo si decimos que nuestro deseo más profundo es que toda la escena musical de nuestra respectiva ciudad suene igual.