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Simonel

Segundo Plano EP


SCORE: 9.6

 
 

El EP debut de Simonel estalla como un Big Bang en cámara lenta, permitiéndonos apreciar los detalles que van floreciendo antes de que se complete cada vuelta. Estas no son simpleas piezas sonoras, sino experiencias intensas y catárticas que exploran temáticas bastante personales.

La música de Simonel hace que la energía fluya hacia el interior. Esos loops que de manera tan minuciosa crea a partir de intervenir las cintas se mimetizan con el correr de la sangre o el fluir del oxígeno por el cuerpo y se fusionan con quien los escuche. Se trata de música íntima y compleja (no en un sentido tecnócrata) que exige ser absorbida en un ambiente introspectivo. Tal vez es por esta razón, y por esa renuencia a seguir las tendencias que cada vez la van mermando y manteniendo estancada, la escena tijuanense no pone el nombre de Obed Márquez -mote de pila del artista-, como una de sus figuras principales, a pesar de ya llevar bastante tiempo destruyendo cassettes para crear entrañables universos sonoros. 

El año pasado, Simonel compartió el podio con varixs artistas del movimiento experimental nacional, en una antología recopilada por Unexplained Sounds Group, y en este año formó parte de la compilación primigenia del sello local Facade Electronics. Segundo Plano funge como su primer lanzamiento oficial y tanta espera valió la pena. De haberse lanzado antes, probablemente tendríamos una obra de calidad, pero sin algo que la pudiese realmente distinguir de otros proyectos que emplean técnicas similares. Esperar a que su toque personal pudiera emerger fue la mejor opción, y gracias a ello, Segundo Plano se siente trascendental e imprescindible en una época inundada de proyectos y lanzamientos superfluos. 

Sí, hay un poco de Dino Spiluttini (especialmente su trabajo en No Horizon) y mucho de Basinski; incluso el EP cierra con un tributo al artista texano-neoyorquino, y el estreno de este fue el 11 de septiembre, trágica fecha que quedó inmortalizada en una de sus obras más representativas, The Disintegration Loops (aunque, en palabras del mismo Obed, esto último fue una mera coincidencia). Sin embargo, a estas alturas, la madurez artística de Simonel le permite portar sus influencias a flor de piel, sin sonar como una copia. 

Segundo Plano se mueve en círculos, como si orbitase alrededor del escucha. El nivel de inmersión hace que cada vuelta se sienta diferente aunque en realidad sólo sea un estado mental; somos nosotrxs quienes cambiamos nuestra expectativa y por ende, los estímulos que recibimos se sienten distintos. Esto se demuestra con elegancia desde la abridora, “Primera Luz”, la cual estalla como un Big Bang en cámara lenta, permitiéndonos apreciar los detalles que van floreciendo antes de que se complete cada lapso. El track es discreto y contrasta con el inestable arpegio del corte que le sigue (“Manipulación”); este se detiene, retoma el paso, cambia de tono y de timbre, hasta terminar abruptamente después de su tortuosa experiencia. 

Mucho se habla sobre el ambient como música para ignorar o para escuchar con atención, pero siempre me he rehusado a concordar con eso, incluso si viene del mismísimo padre del género. Este EP podrá llevar por título Segundo Plano, pero ese no es el caso; cada track te va absorbiendo con sus sutilezas y la expectativa que crea, la cual no es impulsada por un sentido de urgencia, sino todo lo contrario. La elegancia y sutileza de esta obra impiden que pase desapercibida, y ni qué decir de su impacto a nivel emocional. Junto con Sunnesther, Simonel no sólo compone piezas, sino experiencias intensas y catárticas que exploran temáticas bastante personales, pero lo hacen sin darnos todo el guión. Dejan mucho a la imaginación, invitándonos a interactuar con sus creaciones en una escucha profunda.