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Crown of Ascension

Twixt Zero and Infinity


SCORE: 7

 
 

Crown of Ascension nos presenta su versión sobria del caos a través de su EP debut. Gracias a su naturaleza contrastante, no se siente como si nos estuviera poniendo en medio de la vorágine, sino como nos obligara a verlo invocar meticulosamente una tormenta a través de pura catarsis.

El caos es la expresión más pura de libertad. Es un flujo ilimitado de impulsos sin filtrar que pueden terminar construyendo algo nuevo a partir de los escombros. Crown of Ascension nos presenta su versión comedida del caos en un EP contrastante, lleno de dinámicas chocantes, que le cede breves espacios al orden, sólo para ser embestidos por una rítmica errática. Se trata más un estado de tensión antes de llegar al punto de quiebre en lugar de un caos total. Crown of Ascension no nos coloca en medio de la vorágine: nos obliga a verlo planear meticulosamente el inicio del desorden.

Este no es el primer proyecto que surge de la inquieta mente de este artista inglés, pero es el primero en el que se suelta por completo, y aunque puede que no tenga el mismo efecto envolvente que su obra bajo el mote Vessel of Iniquity, sí muestra la versatilidad y la capacidad del músico para establecer diferentes estados de ánimo utilizando los mismos recursos. En comparación, Crown of Ascension se centra más en las frecuencias agudas y en una entrega sencilla y efímera.

Como ocurre con el black metal atmosférico, el foco principal no está en los riffs, sino en la creación de texturas con las guitarras y -a veces- teclados; si quitamos la batería de Twixt, nos quedamos con un álbum black ambient que podría sostenerse por sí solo. No obstante, la batería es la que se encarga de resaltar la naturaleza contrastante y caótica, debido a cómo atraviesa violentamente la ambientación como si se tratasen de disparos, mientras todo a su alrededor permanece inmóvil, flotando con una gracia etérea.

Incluso los chillidos desgarradores -tan desquiciados como suenan- no se sienten precisamente duros. Suenan desesperados pero muy distantes, y la reverberación en la que están empapados suaviza la aspereza que encontraríamos en proyectos más crudos. Dado que el enfoque principal es la textura, tiene sentido que las voces se utilicen como otro instrumento. Por lo que se puede apreciar, no hay palabras discernibles; estos gritos están invocando una tormenta a través de pura catarsis. Es agotador escucharlos, pero sin letras que nos guíen, ese parece ser el efecto deseado.

No hay mucho en cuanto a estructura, pero, curiosamente, las canciones tampoco suenan como ruido sin dirección. Las partes de guitarra, aunque simples, tienen un flujo y una cadencia coherentes, e incluso cuando escuchamos golpes de teclado repentinos, como en el violento track abridor, suenan moderados y planificados, como si se hubiesen tocado suavemente en lugar de haber sido golpeados al azar. La producción es lo suficientemente clara como para que podamos escuchar la mayor parte de lo que está sucediendo, incluso en sus momentos más saturados. En ese aspecto, el caos de Crown of Ascension se siente mensurado, pero eso no quita el hecho de que cuando estos elementos funcionan, los resultados logran incomodar y sorprender.