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Pirámides

Presentes Oblicuos


SCORE: 9.2 Heideggers de 10

 
 
 

Con todos los recursos utilizados por la banda, el resultado pudo haber sido un total enredo; afortunadamente, Presentes Oblicuos no es un desastre incomprensible y sin dirección tratando de hacerse pasar por abstracto.

De vez en cuando, recibimos mensajes en nuestras redes sociales, en los que algún artista nos comparte su música. Como autoproclamado melómano, es muy conmovedor recibir este tipo de correspondencia virtual -aún cuando es esporádica- y aunque no hemos podido publicar la mayoría de esas solicitudes, ya que tenemos una política de "sólo reseñar álbumes completos, no canciones" (¡no dejen que eso les impida seguir compartiendo su música!), en verdad nos tomamos el tiempo para escuchar todo el material que se nos hace llegar. En este caso, no fue la banda, sino uno de nuestros pocos seguidores quien nos recomendó este álbum, lo cual nos hizo pensar que, algo debemos estar haciendo bien si no sólo las/los artistas nos mandan sugerencias. ¡Muchas gracias, querido seguidor!

Ya había oído hablar de Pirámides previamente, pero nunca me di a la tarea de escucharlos; sin embargo, sí estaba al tanto de su importancia y de cómo se le galardonaba como un excelente proyecto psicodélico; pero, al hacer mi investigación, descubrí que, en su forma más accesible, tienen ese sonido synth-pop-Tame Impala tan frecuente en las bandas indie mexicanas y esto hubiese sido suficiente para mermar mi interés, de no haber sido por su notable compromiso con la evolución constante, y con este lanzamiento se han transformado en una entidad más fuerte (¿hay algún Pokémon basado en una pirámide para que pueda hacer una referencia nerd? ¿Todavía no? Oh, bueno).

De acuerdo con los créditos, se utilizaron una gran cantidad de instrumentos no musicales junto con la típica configuración de guitarras, batería y bajo; el grupo incluso llega a listar el uso de relojes. Sí. Relojes. Naturalmente, cuando leí por primera vez todo lo que entró en juego, imaginé que el resultado sería el de una banda utilizando descaradamente un montón de diferentes técnicas y herramientas con el vanidoso objetivo de presumir su nueva fase experimental (eso, y que todo sonaría al intro de “Time”). Afortunadamente, Presentes Oblicuos no es un desastre incomprensible y sin dirección que intenta hacerse pasar por abstracto.

El antiguo Pirámides -aquel que era más pop- está completamente diluido y ahora está disperso entre texturas granuladas y vaporosas, ritmos relojeros y melodías vocales ininteligibles. Todos estos elementos se sienten como pedazos de fotografías desperdigadas por todo el piso; se pueden vislumbrar formas reconocibles, pero rápidamente se difuminan tan pronto como comienzan a sentirse demasiado familiares. Si hay algo que Pirámides logró en este álbum, es la creación de una nueva persona más estratificada. Aunque no están rompiendo el molde a gran escala, sí están rompiendo aquel que solía limitarlos.

La postura filosófica expresada en la justificación conceptual del álbum puede hacer que la banda voltee los ojos ante la idea de ser comparada con los experimentalistas mainstream Animal Collective o Radiohead (especialmente cuando la influencia en su trabajo anterior también se remonta a esas bandas), pero eso es lo que me recordó "Seré Velocidad", con su ritmo motorik, juguetonas melodías vocales deformadas por el uso de efectos, y una amorfa ambientación electrónica. Este es uno de esos casos en los que la familiaridad estilística puede disminuir cualquier signo de algo que sea inherente a la banda, pero la aparición de un saxofón maníaco y chillante logra rescatar algo de autenticidad dentro de toda la alabanza a Hallogallo.

Con todos los recursos utilizados por la banda, el resultado podría haber sido un total enredo de loops de feedback, instrumentación eléctrica empapada en fuzz y ritmos cíclicos sin dirección aparente; pero las improvisaciones tienen un propósito y una resolución clara. El uso de relojes pudo haber sido un simple truco, forzando su importancia dentro del contexto conceptual, pero estos permanecen ingeniosamente ocultos en la mezcla, sólo reafirmando su presencia cuando es necesario. Una de las características más impresionantes que tiene este álbum es su mensura tan manifiesta.

"Posnatural" es la pièce de résistance, principalmente por poder mostrar la capacidad que tiene la banda para fusionar una variedad interminable de ingredientes y hacerlos fluir de manera cohesiva. Todos los elementos que no deberían haber funcionado juntos, se combinan en una rítmica mini épica, que se siente meticulosamente armada más de lo que se siente improvisada. Esto es realmente una constante en todo el álbum, pero "Posnatural" simplemente lo muestra mejor debido a todos los detalles que la conforman.

Presentes Oblicuos le brinda al oyente una experiencia con múltiples texturas, múltiples capas y una gran riqueza estilística que se vuelve más abstracta a medida que avanza; la transición se siente natural, incluso cuando nos adentramos a la dimensión Warp en "Valores Aleatorios", e inmediatamente ser arrojados a un corte digno de pertenecer a Sub Rosa -un drone con toques tribales aptamente titulado "Tribus Lejanas"-, sólo para terminar con una tenue pieza atmosférica ("Continuum") que se despoja de todas las cadencias punzantes, haciendo una hermosa alusión al hecho de que la ominosa presencia del tiempo eventualmente cesará, pero el alma -o lo que sea que crea cada quién- continuará en un estado trascendental; es una pena que este disco tenga final. Bueno, siempre tendremos la opción repeat.

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